La vacunación de nuestras mascotas constituye una práctica sanitaria que se realizará a lo largo de toda su vida.
El protocolo que debemos aplicar varía en función de diversos aspectos entre los cuales los más importantes son: los medioambientales, las características individuales, su edad, el estado sanitario, los riesgos epidemiológicos y el resto de tratamientos preventivos recibidos a lo largo de toda su vida.